Ayer, el candidato priista a la gubernatura del Estado de México rompió la tranquilidad de una de las zonas montañosas más altas del país, donde casi se alcanzan los tres mil metros sobre el nivel del mar.
Desde ahí se aprecian paisajes de encinos y pinos, y reina el silencio. Ahí también, el Centro Ceremonial Otomí ha sido, desde hace mucho, refugio de grandes glorias del boxeo como Sugar Ray Leonard y Julio César Chávez.
Además de pulmón ecológico, es considerado un punto esotérico. Eruviel Ávila arrastró, hasta ahí, multitudes.
Entonces pidió al PAN no impugnar la candidatura del perredista Alejandro Encinas por el tema del requisito de residencia en esta entidad federativa, “y demostrar que sí sabemos ponernos de acuerdo”.
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